A
Fernando Villalón
Venid a
oír de rosas y azucenas
la alborotada esbelta risa
Venid a ver las rosas sin cadenas
las azucenas en camisa
la alborotada esbelta risa
Venid a ver las rosas sin cadenas
las azucenas en camisa
Venid las
amazonas del instinto
los caballeros sin espuelas
aquí al jardín injerto en laberinto
de girasoles y de bielas
los caballeros sin espuelas
aquí al jardín injerto en laberinto
de girasoles y de bielas
Una
música en níquel sustentada
cabellos curvos peina urgente
y hay sólo una mejilla acelerada
y una oropéndola que miente
cabellos curvos peina urgente
y hay sólo una mejilla acelerada
y una oropéndola que miente
Agria
sazón la del febril minuto
todo picado de favores
cuando al jazmín le recomienda el luto
un ruiseñor de ruiseñores
todo picado de favores
cuando al jazmín le recomienda el luto
un ruiseñor de ruiseñores
Cuando el
que vuelve de silbar a solas
el vals de «Ya no más Me muero»
comienza a perseguir por las corolas
la certidumbre del sombrero
el vals de «Ya no más Me muero»
comienza a perseguir por las corolas
la certidumbre del sombrero
No amigos
míos Vuelva la armonía
y el bienestar de los claveles
Mi corazón amigos fue algún día
tierno galope de corceles
y el bienestar de los claveles
Mi corazón amigos fue algún día
tierno galope de corceles
Quiero
vivir La vida es nuevo estilo
grifo de amor grifo de llanto
Girafa del vivir Tu cuello en vilo
yo te estimulo y te levanto
grifo de amor grifo de llanto
Girafa del vivir Tu cuello en vilo
yo te estimulo y te levanto
Pasad
jinetes leves de la aurora
hacia un oeste de violetas
Lejos de mí la trompa engañadora
y al ralantí vuestras corvetas
hacia un oeste de violetas
Lejos de mí la trompa engañadora
y al ralantí vuestras corvetas
Toman las
nubes a extremar sus bordes
más cada día decisivos
Y a su contacto puéblense de acordes
los dulces nervios electivos
Rozan mis manos dádivas agudas más cada día decisivos
Y a su contacto puéblense de acordes
los dulces nervios electivos
lunas calientes y dichosas
Sabed que desde hoy andan desnudas
las azucenas y las rosas
Gerardo
Diego, 1931
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